Dinámica sobre el proceso de participación
Descripción
Es una dinámica con un pequeño factor sorpresa en la que se evaluará nuestra forma de participar en equipo.
Objetivo
Lanzar, experimentar y profundizar en debates como:
¿Cómo elegimos nuestros proyectos de participación?
¿Qué actitud tenemos al trabajar en grupo?
En la participación, ¿importa sólo el objetivo o es fundamental el proceso?
Requisitos
Un grupo de no más de 6 dadas las circunstancias
Papel tamaño A3
Rotuladores de colores
Reproductor de música, altavoces y un archivo de música que inspire
Tiempo: una hora y medio como mínimo
Procedimiento
Paso 1.- Presentamos la dinámica
Cuando se habla de participación, parece todo muy abstracto. ¿Por qué no pensamos ideas concretas? ¿Por qué no la vivimos por un momento? Por ejemplo, ¿cómo afrontar problemas sociales como la soledad, la contaminación de nuestra localidad o la falta de oportunidades de chicas y chicos menores de 18 años?
En esta dinámica vamos a pensar ideas muy concretas, haremos una búsqueda ficticia de posibles aliadas y aliados y un mini proceso de participación. ¡Atención, será fundamental el trabajo en equipo!
Paso 2.- Fantaseamos individualmente
Escuchamos la música que tenemos preparada. Si podemos, bajamos la luz o cerramos los ojos. Respiramos tranquilamente. Imaginamos un proyecto, un sueño personal. No hace falta comprometerse a cumplirlo, sólo soñarlo y verse dentro de él con un papel.
Paso 3.- Buscamos sueños en común y nos aliamos
Cuando todo el mundo tiene su sueño pensado, nos levantamos y buscamos posibles alianzas. Para ello, le tendremos que contar nuestro sueño al resto. Quizá, para agilizar, se pueden formar grupos puntuales para contarse los sueños mutuamente. Como resultado, se formarán grupos de unas tres personas que quieran colaborar para poner un único sueño en común, quizá una mezcla de todos sus sueños.
Sin que la mayoría de las y los participantes se entere, seleccionamos un pequeño grupo de personas que harán de observadoras. Quizá podamos contar con quienes no han encontrado alianzas.
Paso 4.- Negociamos y diseñamos un sueño común
Se pide a cada grupo que negocie sus sueños y piensen uno en común. En un papel tamaño A3, dibujan o esquematizan el proyecto. Atención, en ningún momento se les dice que vayan a presentar su proyecto o que ésa sea la finalidad de la dinámica. Pero sí es posible hacer especial hincapié en la importancia del trabajo en equipo, en que hagan un esfuerzo en que participen en algo común.
Mientras, al grupo seleccionado como “observador“, se les aparta y se les da otras instrucciones, procurando que el resto no sospeche. Se les pide que vayan visitando cada grupo y les escuchen. Tienen que anotar o memorizar cómo participan, tanto lo valioso como lo más criticable: ¿todo el mundo aporta?, ¿alguien ha perdido su sueño?, ¿se ha molestado alguien?, ¿alguien capitaliza la conversación?, ¿se han repartido posibles tareas?, etc.
Paso 5.- Puesta en común de la experiencia
Podemos ofrecer a cada grupo un tiempo mínimo para exponer el proyecto en común, pero a continuación pasaremos a sentarnos en círculo y compartir sensaciones:
¿Cómo nos hemos sentido al participar? ¿Hemos aportado lo suficiente? ¿Tenemos o hemos perdido la ilusión en el proyecto? ¿Cómo hemos elegido el proyecto?
Podemos revelar ya la existencia de un grupo observador, que participará activamente comentando sus valoraciones. Les habremos pedido primero que no las personalicen para minimizar o evitar conflictos.
En este paso, es fundamental tener en cuenta que es posible que choquemos con las expectativas generadas. El grueso de participantes esperan una puesta en común cuando, en realidad, la dinámica es una evaluación de sus sensaciones y actitudes. Es básico por eso evitar la personalización y reforzar también las valoraciones positivas.
¿Cómo hemos seleccionado los equipos y proyectos? ¿Ha sido por la similitud de sueños, por cómo nos caen las personas, hemos buscado perfiles que fueran a aportar mucho al proyecto, hemos intentado incluir a compañeras y compañeros o hemos ido a nuestra bola con nuestro grupito? ¿Cómo seleccionamos en qué participamos? ¿En qué nivel de la escalera de la participación estarían nuestros sueños? ¿Tenemos la suficiente información antes de juzgar? ¿Le hemos dedicado suficiente tiempo a escuchar cada proyecto o hemos prejuzgado? ¿Qué criterios existen y tiene cada cual para involucrarse? ¿Son los mejores? ¿Respetamos los criterios del resto?
¿Tenemos objetivos en común? ¿Vamos a cambiar algo? ¿Hemos aprovechado el tiempo? ¿Sólo discutimos?
¿Cada cual tiene un papel? ¿Alguien se ha sentido “fuera”? ¿Todo el mundo ha aportado? ¿Alguien ha callado su opinión por vergüenza, aburrimiento, falta de interés, miedos, falta de confianza… ?
¿Cómo nos hemos sentido? ¿Alguien ha tomado demasiado protagonismo y ha liderado el proyecto? ¿Se ha hecho lo que una sola o pocas personas decían y el resto se ha quedado sin poder aportar? ¿Ha sido una charla agradable? ¿Ha habido malentendidos?
¿Qué ha pasado con nuestro sueño? ¿Se ha diluido en la mezcla de ideas con el grupo? ¿Hemos perdido la ilusión por él? ¿Quizá ha mejorado y se ha perfeccionado? ¿Lo vemos factible? ¿Hemos retirado la mirada de la meta porque hemos pasado el tiempo discutiendo detalles?
¿Es más importante el logro final o el proceso? ¿Cómo mejorar los procesos de participación?
Paso 6.- Conclusión
La participación contiene una parte de fantasear y soñar en común, aliarse, que supone un momento de creatividad, alegría e ilusión contagiosas. Sin embargo, el trabajo diario en equipo exige gran esfuerzo y dedicación: ¿sabremos mantener metas en el trabajo diario?, ¿el equipo podrá aportar de forma adecuada?
Mándanos un dibujo de tus sueños. Y otro con las diferencias entre deseos y necesidad
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